Todos los miércoles de julio a las 21 hs, el carismático Gillespi se presenta con su banda en Bebop Club para repasar algunas de sus composiciones y otros clásicos de la música popular (hay una versión de «El último café» en trompeta y piano que logra un nivel de emotividad sorprendente) en un show que propone mucha interacción con el público y el delirio del que el trompetista es uno de los principales cultores.
Lejos de parecerse a un show clásico de jazz, la propuesta de Gillespi tiene momentos de intensidad y de humor, de emotividad y virtuosismo. Hay para todos los gustos. Sin embargo, los momentos en que la banda suena a pleno y las melodías soul-funk interpretadas al unísono por la trompeta de Gillespi y el saxo diáfano del rosarino Alejandro Chiabrando son probablemente lo mejor de la noche. Es en esos momentos en que la banda no se parece a nada y logra una ruptura con el tiempo y el espacio de la noche de miércoles.
La base compuesta por Sebastián Peyceré en batería y Rafa Francescheli en bajo no falla, no tiene una sola fisura. El propio Gillespi lo dijo a su manera en un momento de la noche: “Ellos laburan para que nosotros podamos volar”.
Y un capítulo aparte es para el maestroÁlvaro Torres en piano y sintetizadores. Se reconoce en el hombre a un sólido armador de equipo y un excelente partenaire musical para la locura de Gillespi. De hecho, el momento quizás más íntimo del show consiste en el dúo entre ambos, sobre todo cuando Gillespi improvisa (muy a su estilo) un relato de despareja consistencia, al cual Torres le va agregando texturas y melodías evocativas e improvisadas.
Gillespi (Marcelo Rodriguez, de nacimiento) tiene una enorme trayectoria como conductor de programas de radio y TV, y fue parte de las bandas más emblemáticas del rock argentino desde los 80 en adelante: el tridente de Sumo, Las Pelotas y Divididos; también tocó con Charly García, Pedro Aznar, Los Piojos, Los Ratones Paranoicos y La 25, entre otros. Y en el rubro jazzero, tuvo destacadas participaciones junto a Luis Salinas, Javier Malosetti, Walter Malosetti, Daniel Maza, Valentino «Jazz» Bazar y Willy Crook, entre otros. Quizás lo que no es tan conocido es que parte de su formación musical viene de haber estudiado piano, y sobre todo, armonía y composición con el mítico Juan Carlos “Mono” Fontana.
Es por eso que no sorprende que en un momento del show se calce una guitarra y le brinde a la noche una sonoridad distinta. O que use a veces el EWI (Electronic Wind Instrument), una especie de trombón electrónico que permite disfrutar de la técnica de digitación del músico pero con registros electrónicas.
Para quienes hayan escuchado los discos solistas de Gillespi, quizás la novedad sea la potencia sonora de las melodías dobladas tras la incorporación del saxo de Chiabrando. Las frías noches de los miércoles de julio tienen quien las caliente al ritmo del soul, funk y jazz en Bebop.
Gillespi & Banda se presenta todos los miércoles de julio en bebop Club, Moreno 364, CABA.