En San Martín de los Andes, dentro del predio Domo Artefactum-Fundación Catalina, se realizará una nueva edición del Festival El Primer Color, que se caracteriza por dar a conocer bandas regionales, disfrutando de un paisaje de montañas, al aire libre, para conectar con la naturaleza al ritmo de la música.

En su quinta edición, el Festival combina bandas de Buenos Aires con otras de San Martín de los Andes : 1915, Isla Mujeres, Dharma y Flora, Silvestre y la Naranja, Movimientos, Fede Inglotti & Los Afectos, Monotoro, Marton Marton, Ponele, El peligro de los vientos y Ella tiene una ventana en su pecho.

Además de contar con dos escenarios alternados, en el festival se puede disfrutar de diferentes ofertas gastronómicas. «Queremos que la experiencia del festival sea un placer para todos», nos cuenta Javier Araya, organizador del evento que tendrá lugar el sábado 18 de enero.

– ¿Cómo nació la idea de realizar El primer color y por qué la elección del nombre?

– Fue todo bastante de casualidad, una cosa fue llevando a la otra, un poco por aburrimiento, y por hacer algo que no existía acá en el pueblo. Hay muchos músicos de la región en bandas que vienen sonando hace años en el circuito independiente, y buscábamos mostrar eso, concentrado en un festival, para darle más visibilidad. Cuando se empezó a correr la bola del festival, cada vez más músicos empezaron a escribir para venir a tocar.

El nombre del festival es una canción de Shaman Herrera, que habla del nacimiento, y nos pareció una buena síntesis para definir al festival.

– ¿Cómo es armar un festival independiente lejos del circuito porteño?

– Tiene sus pros y sus contras. Desde lo organizativo es mucho más fácil. Vivimos en un pueblo, todas las gestiones son mucho más ágiles. También el lugar donde vivimos invita a venir. Todos quieren tocar en El Primer Color. Por otro lado, hay que formar al público local que en su mayoría no conoce las bandas que vienen, por eso apuntamos a un público más regional.

– ¿Cómo es la elección del line up?

– Se va armando naturalmente, con bandas que se contactan con nosotros, y otras que vamos siguiendo durante el año. Estamos en contacto permanente con otros productores de la región, entonces tratamos de compartir artistas y coordinar giras por el sur, para repartir los gastos y que rinda el viaje. La otra parte se completa con artistas locales y regionales con los que tenemos afinidad. Algunos viven acá en la región, y otros estudian en otras ciudades y vuelven en verano

– ¿Qué caracteriza a la escena «patagónica» (o de San Martín de los Andes)?

– Es una escena bastante chica. No creo que alcance como para hablar de escenas locales, por eso tratamos de pensarlo a escala regional, abarcando Bariloche, Villa La Angostura, San Martín de los Andes y Junín de los Andes en un primer círculo, y si nos extendemos un poco más, se suma Neuquén y el Alto Valle. Hay muy buenas bandas y músicos en la región. El público local responde muy bien. Con el festival, buscamos que trasciendan la esfera regional, aprovechando el intercambio con músicos que vienen de gira.

– ¿Cuánta gente organiza el festival?

– Somos un equipo bastante reducido, de 5 o 10 personas. La mayoría trabajamos de manera voluntaria, entonces la gente va rotando y se va renovando.

– ¿El público que asiste al festival es de la región o vienen de diferentes puntos del país?

– Viene gente de todos lados. Mucha gente de la región, como Bariloche y Neuquén, pero también de La Plata, Córdoba, Rosario, Buenos Aires. Como se hace en verano y en temporada alta, hay mucho turismo circulando por la ciudad que se encuentra de casualidad con el festival.

– Este es el segundo año que lo hacen en Domo Artefactum-Fundación Catalina ¿Por qué la elección de ese predio?

– Las primeras ediciones se hicieron de forma gratuita, en la plaza central de la ciudad. Corrernos de ese lugar a un lugar privado, nos permitió controlar mejor lo que queríamos lograr con el evento. Mejoró mucho la experiencia del festival. Nos da más libertades para que el evento sea una fiesta.

– ¿Qué cosas sumarán a comparación de la edición del año pasado?

– Repetimos el mismo formato del año pasado, con dos escenarios alternados. Sumamos una mejor oferta gastronómica y espacios para que la gente pueda descansar, comer. Queremos que la experiencia del festival sea un placer para todos.

Festival El primer Color es el 18 de enero en el  Predio Domo Artefactum en San Martín de los Andes.