Rock de Batuta es una serie de conciertos en los que una orquesta de cuerdas, piano y bandoneón, bajo la batuta de Julián Hermida, ejecuta inolvidables clásicos del rock nacional con la voz de solistas de diferentes géneros. En este concierto Manuel Moretti de Estelares, Raúl y Willy de Los Tipitos, Lorena Astudillo y Cucuza Castiello serán los cantantes invitados para interpretar música de Charly García, Luis Alberto Spinetta y Miguel Abuelo.
Esta propuesta tiene un antecedente directo: Los 40 de Serú, un proyecto similar que surgió a partir de la intención de celebrar los 40 años desde la grabación del primer disco de Serú Girán. “La experiencia fue tan linda, estuvo tan buena, que sentimos la necesidad de salir a tocar eso en vivo. Y con la excusa de tocar canciones de diferentes compositores le pusimos este nombre, Rock de Batuta. Convocamos a cantantes de diferentes palos a cantar rock. Y todos tienen ganas”, dice Julián Hermida, el director, en una charla con el blog de Ticket Hoy.
-¿De dónde surge la idea de versionar clásicos del rock con una orquesta?
-Capaz que como una necesidad personal de escuchar algo. Algunas veces me ha pasado, tener ideas musicales en base a las ganas de escuchar tal o cual cosa, de tal o cual manera. Y si bien Gustavo Cerati y Luis Alberto Spinetta tienen discos con orquestas muy lindos, Charly no lo tenía. Y en mi gusto musical era una cosa muy pendiente, un disco de Charly bien escrito, para orquesta o algo por el estilo. Así que de esa necesidad de escucharlo surgió la idea de hacerlo.
-¿Cuál fue la búsqueda? ¿Qué te guió en este proyecto?
-Lo que buscamos a un nivel más sonoro-musical-estético tanto en el disco como en vivo es poder escucharlo sin que nada suene forzado, lo cual podría parecer extrañísimo porque es música que estamos acostumbrados a escuchar en un formato de cuarteto de rock con batería, bajo eléctrico y guitarra eléctrica. Escucharla en una orquesta podía parecer forzado o algo raro, y ahí está el desafío a la hora de escribirlo: que todo suene natural, que no parezca una orquesta académica tocando música popular sin conocerla, o sin onda. La forma en que está escrito hace que todo suene natural. Quizás los cuidados a tener es no forzar estilos. Y si en el formato original de la canción está, por dar un ejemplo, más cerca de una balada, tratarlo con las cuerdas desde ahí. En el caso de la balada es más fácil. En el caso de un rock más crudo, por ejemplo en el de Serú hicimos “No llores por mí, Argentina”, o “Ana no duerme” en este de ahora, el desafío es otro: llevar una cosa rítmica arriba de la orquesta, pero en un idioma que siga sonando cómodo a la orquesta y no tocando sencillamente con una rítmica repetida que termina siendo aburrido y obvio.
-Hay algo que viene sucediendo en la música de Buenos Aires que tiene que ver con el cruce de estilos y géneros. Se ve mucho a bandas del indie haciendo clásicos de la cumbia o el folklore, y a folcloristas o tangueros versionando rock. ¿Qué opinión tenés de esa tendencia?
-Nuestra idea no es cruzar géneros sino en realidad cambiar la instrumentación de una música que conocemos que tiene una forma rítmica y armónica. Creo que la existencia del bandoneón, del piano y las cuerdas en el disco podría hacer parecer que estamos fusionando el rock con el tango y la realidad es que no. Que tengamos el bandoneón asociado tímbricamente al tango no significa que se use solo para eso, puede sonar también en el chamamé o en muchos otros estilos. Que haya en algunas canciones una rítmica más tanguera también es cierto, pero siempre, a la hora de hacer un arreglo, las armonías se pueden profundizar para tal o cual lugar, así como la orquesta puede utilizar distintas rítmicas para ayudar a lo que se quiere contar desde el arreglo. Pero todo está en función de narrar mejor el tema. No de fusionarlo con otro estilo. Mas allá de todo esto, creo que el rock de aquellos años, el de Serú o Spinetta, están mucho mas cerca del tango que los que a muchos tangueros e incluso a muchos rockeros les gustaría. Está claro que la estética que se manejó está más cerca de otra cosa, obvio. Pero cuando uno corre la estética, los intérpretes y la instrumentación y se queda con la obra cruda, desde esa sencillez empieza a ponerle otros instrumentos, aparecen estas cosas. ¿Quién discutiría que “Barro tal vez”, (de Spinetta) es una zamba? Del mismo modo con mucho del repertorio de Charly pasa lo mismo: “Yendo de la cama al living” es un tango. No es exactamente una fusión sino una forma de mostrar mejor que la música es algo muchísimo mas amplio que un género musical.
Rock de Batuta se presenta el jueves 30 de mayo a las 21 hs. en Torquato Tasso Centro Cultural, Defensa 1575. CABA.