Esta es la historia de un artista que, como dicen los directores del documental, “pudo haber sido un cantautor de alcances continentales, pero se limitó a tatuar para siempre la Argentina del retorno de la democracia con canciones como Los locos de Buenos Aires o Aquella murguita de Villa Real”. Mariano del Mazo es un periodista especializado en cultura popular y, unos años atrás, escribió una semblanza sobre Alejandro Del Prado en el suplemento Radar de Página 12 en la que decía que el músico «tuvo que hacer muchos esfuerzos, pero finalmente lo logró: se volvió invisible”. Y contaba que Del Prado, un artista con un temperamento muy especial, tiene en su monoambiente de Almagro “más de 300 maquetas de temas que cualquier intérprete calibraría como tesoros”.
“El eslabón perdido” un documental de del Mazo y Marcelo Schapces sobre la vida y la obra de este artista absolutamente singular, se estrena los martes 7 y 14 de mayo en Circe. “Más adelante se va a estrenar en el Gaumont y en el circuito tradicional de cines, pero quisimos que, antes de eso, se presentara en los lugares en los que se puede escuchar al música de Alejandro, su circuito natural”, dice del Mazo en entrevista con el Blog de Ticket Hoy.
-¿De donde surge la idea de hacer un documental sobre Del Prado?
-La idea del documental surge porque soy muy fan de Del Prado -sintetiza del Mazo- siempre me gustó mucho su música, y desde mi trabajo como periodista siempre lo difundí porque me parece un genio. Y cuando era chico me inventé una revista para poder ir a entrevistarlo y hablar con él. Mi objetivo con esta película es que se difunda su música, ni mas ni menos que eso. Tengo un objetivo mas personal, también, me interesa el oficio de documentalista, pero la verdad es que podría haber pensado en un personaje o una banda de mas alto perfil, alguien que garantizara difusión del documental. Pero no es lo que quiero. Lo que quiero es que el documental sea la difusión de su arte. Hace unos años andaba Jaime Roos por acá aprovechando su buena llegada al publico porteño para difundir la música de Eduardo Mateo o de El Quinto. Y la verdad es que hoy Mateo es conocido en Buenos Aires en gran medida por esa acción de Jaime, que lo hacía porque admiraba su obra. Algo similar me pasa a mi con Del Prado.
-Contás que buscaste trabar amistad con Del Prado. ¿perdura esa amistad?
-Si, yo tenía miedo que sucediera algo que afortunadamente no sucedió, al menos hasta ahora, y es que el documental fuera el final de tantos años de amistad, porque es una persona con un temperamento muy especial y la lógica del audiovisual no le es muy afín. De hecho, todavía no vio la película.
-Estuvo más de veinte años sin grabar hasta que salió Yo vengo de otro siglo. ¿Ese fue su último disco?
-Si, es un disco hermoso, lo grabó cuando falleció Susana, su compañera de toda la vida y percusionista también de su banda. En el documental se cuenta esa historia, es un trabajo con pocas fuentes. Habla su hermano periodista, Horacio del Prado, su hija Malena, el poeta Jorge Boccanera (sobre cuyos textos se armaron las canciones de Dejo Constancia, el primer disco) el legendario Rodolfo García y el bajista Daniel Ferrón, que son la base de su banda. García y Ferrón son también la banda Los Amigo, el disco póstumo de Luis Alberto Spinetta, y es linda la anécdota de que siempre se dijo que Spinetta le “afanó” la base rítmica a Pappo (se refiere a Machi y Pomo, bajista y baterista de Pappoś Blues que luego formaron Invisible junto a Spinetta), más adelante también lo hizo con la base de Alejandro.
“El eslabón perdido” se presenta los martes 7 y 14 de mayo a las 20.30 hs. en Circe, Av. Córdoba 4335, Palermo.