Días antes de presentarse en el CAFF, el músico patagónico cuenta por dónde pasa su propuesta actual.

“Es la primera vez que tocamos en el CAFF, un lugar que conozco bien y del que siempre pensé que era ideal para mí y para mi música”, dice Shaman Herrera, respecto del recital que brindará el próximo domingo 16 de diciembre.

Y explica: “Vamos a hacer un show más bien abarcativo: con mi nueva banda, El Fuego, estamos componiendo temas nuevos pero también versionando canciones viejas mías que hacíamos con la banda anterior, con Los Hombres en Llamas. Y vamos a tener una parte del show en la que va a actuar Julian Rosini, el tecladista y arreglador de las partes orquestales del último disco con Los Pilares de la Creación. Le vamos a meter arreglos nuevos a canciones viejitas con Juli en el piano y un cuarteto de cuerdas”.

Shaman nació en Comodoro Rivadavia, pero su carrera como músico tuvo el puntapié inicial cuando se vino a estudiar a La Plata. Allí  se convirtió en parte de la movida del sur del Gran Buenos Aires, junto a El mató aun policía motorizado (a quienes les produjo algunos discos y con quienes se fue de gira europea), a Maxi Prietto (hoy líder de Los Espíritus), a Sr Tomate y 107 Faunos.  

­-¿Cuáles son tus proyectos ahora?

-El momento artístico, más que un momento es un proceso. Con Los Pilares de la Creación lanzamos este año El primero es el último y nos embarcamos en un proyecto muy copado que es la película de ese disco. El director es un amigo, Manque La Banca, muy talentoso y músico también que vive en La Plata y es de Bariloche. Estamos filmando la peli y tenemos idea de lanzarla en febrero. Y por otro lado, con mi banda actual, El Fuego estamos viendo qué vamos  a hacer el año que viene, en invierno grabamos una canción y un video que se llama Vértigo, que lo filmó Mariano Di Césare, el cantante de Mi Amigo  Invencible, que tiene también su faceta de cineasta. Y con Chancha Vía Circuito participamos de un compilado en homenaje a Leda Valladares, que se llama El camino de Leda, hicimos «Yo he sido», una de las tantas coplas que recopiló ella en el Norte argentino. Eso fue muy lindo porque con Chancha venimos de palos muy diferentes.


Vuelvo al sur

El show que brindará en el CAFF este domingo 16 es muy significativo, porque Shaman ya no toca tan seguido en la metrópoli: hace poco más de un año se volvió a Chubut, aunque no eligió Comodoro sino la andina Epuyén.

 -­¿Estás notando ya la influencia del nuevo contexto en tu música?

-La música va mutando, yo mismo soy bastante mutante y. obviamente, los contextos en que uno está van influyendo. No reconozco todavía los factores, recién hace un año y unos meses que estoy en Epuyén, aunque ya hay cosas que se sienten diferentes. Calculo que va a haber muchos cambios en mi música, a medida que aparezca la novedad en mis composiciones iré identificándola”.

-Y ¿cómo estás?¿Cómo va la nueva vida en la Patagonia?

– Medio que te apartás de todo. Vivimos bastante en comunidad y la realidad de Buenos Aires y el centro neurálgico lo esquivamos un poco, haciendo compras comunitarias, con mucha colaboración y trabajo comunitario. Pero lo vemos en la tele, vemos el enojo de la gente. Y ¿qué te voy a decir? Tiene razón la gente de estar enojada, sólo que el enojo no cambia nada. Veo que están surgiendo pensamientos que no se veían desde la Alemania nazi y eso me da un poco de miedo. Yo tengo una bebé y me asusta, también por los demás niños. Me asusta que la gente esté cada vez mas fascista. Pero la esperanza es que el arte y la creatividad puesta en todo es lo que nos va a sacar adelante. Afrontar los problemas con creatividad, comprensión amor y ternura, como dice la canción. Acá, en toda la comarca, y en la Patagonia en general, tanto del lado chileno como de este, hay una persecución terrible contra los mapuches, los pueblos originarios. Les sacan las tierras, los cagan a tiros y después los acusan de terroristas, es algo terrible. Yo estoy en el pueblo, y esto pasa más en el campo, pero uno se entera de cosas aberrantes, que prenden fuego un Pul Of, que siempre están atacándolos. Y eso es un bajón, pero es lo que sucede en el mundo. El mundo está llegando a un limite de consumo de los recursos naturales y lugares como este, tan preciosos, tan llenos de las buenas cosas que da la tierra, es cada día mas preciado. Y las compañías se lo quieren apropiar para después vendértelo, para mantener el sistema capitalista que es lo peor que inventó el hombre.

Te pienso en una comarca andina como Epuyén y creo que es el mejor marco para tu música, que siempre remite a cuestiones muy profundas, a la vida y la muerte, al ser y el cosmos.  

-Yo siempre hablo de lo mismo en las canciones. Es una temática que me permite muchas aristas y muchos sentimientos. Y hay una búsqueda, digo que me gustaría abrir un portal transdimensional con una canción. Me ha pasado, algunas canciones me han abierto puertas de comprensión para el mundo y el sentir. A mí el arte me funciona de esta manera espiritual. Hay una búsqueda espiritual: en mis canciones busco a Dios. A veces lo encuentro y aveces no (risas), pero estoy siempre con la intención de remover cosas en mí y en los demás. Porque, con excepciones, el mainstream y lo que alimenta la cultura de masas del capitalismo y el mercado, habla muy poco de estas cosas. Siempre lo primero es venderte el disco. Yo no pienso mucho en eso, será por eso que no vendo discos (otra vez risas). Mi camino es este. Es lo que me sale. No me sale la frivolidad. No me sale