Sol Pereyra le pone el cuerpo y alma a su nuevo álbum, Resisto, levantando la bandera de la lucha feminista, las disidencias y la hermandad latinoamericana. Estos procesos la inspiraron para la composición de este nuevo disco, como dirá ella misma en una parte de la entrevista: «Lo que estaba sucediendo era tan fuerte, que de alguna manera todas las canciones de este álbum estaban atravesadas por eso, hablan de situaciones de género, de feminismo. Si me hubiera propuesto hablar de otra cosa, no sé si hubiera podido, es muy honesto en ese sentido».

Sol formó parte de una compañía de teatro llamada La Negra, y fue miembro de la banda de rock Los Cocineros. Como solista publicó cinco álbumes: Bla Bla Bla (2009), Comunmixta (2012), Tírame Agua (2014), Préndete (2017) y el reciente Resisto, que lo presenta el 5 de diciembre en La Tangente, acompañada de muches artistas.

– ¿Cómo se inició tu proyecto solista?

– En el 2008, llevaba con Los Cocineros siete años y siete discos. Yo estaba haciendo canciones extras que no entraban en la movida de la banda y se me ocurrió hacer un disco solista. No tenía más expectativas que esa, hacer un solo disco y seguir con Los Cocineros. Se dio vuelta todo y salieron tantas cosas que fue un cambio radical.

– Tocaste con Julieta Venegas, ¿cómo se conocieron?

– Justo ese mismo año (2008), Julieta me llamó para tocar en el Unplugged de MTV. Viajé a México quince días y participé del unplugged, luego volví, pero a los dos meses me llamó nuevamente para que vaya de gira con ella, una gira de seis meses. Ahí fue cuando se juntó todo: Los Cocineros me aguantaron un tiempo, me fui de gira con Julieta y a su vez empecé a grabar mi primer disco. ¡Fue una locura mantener los tres proyectos a la vez! Pero también estaba bueno y era divertido, logré hacerlo y al final no tuve que elegir.

 

– No es casual que este nuevo disco se llame Resisto, en medio de la cuarta ola feminista y la resistencia, justamente, de pueblos latinoamericanos. ¿El arte es tu forma de resistir?

– Sí, hacer lo que uno ama, en estos tiempos y en este mundo es un acto total de rebeldía. Porque ahora, generalmente, todo te demanda a hacer cosas con las que ni siquiera te sentís bien, ni satisfecho. Entonces priorizar el placer de hacer lo que quieras, lo que te identifica, para mí es buenísimo, es realmente una acción de resistencia, una declaración de principios, como diciendo: «acá estoy y me sostengo contra viento y marea», como estamos en este momento las mujeres, las disidencias, los pueblos hermanos. Es un grito de «basta», pero no quedándote quieto, la resistencia es una acción.

– Viajaste un año seguido para grabar este álbum en un estudio de Parque Leloir. ¿Por qué esa decisión?

– Conocí el trabajo de Chávez, que es el productor, y me gustaba porque es una persona que siempre estuvo vinculada a la electrónica y a lo latinoamericano, mete esos dos condimentos y los mezcla con el espíritu del rock, en épocas en las que otras personas no lo estaban haciendo. Entonces como yo sabía que en este disco quería volver a ese sonido, más cercano a la música urbana, pero de alguna manera entrelazado con los ritmos y estilos que me gustan, como el reggae, el dancehall, el folklore latinoamericano, el rock, pero con una cadencia más latina, más para bailar. Chávez era la persona indicada para mí, para trabajar en este disco acá en Argentina. Su estudio está en Parque Leloir, entonces dije «¡Hacia allá voy!». Viajé para el Oeste todo el año, tres veces a la semana. ¡Un súper viaje, pero me encantó! Me gustó eso de subirme al tren, era como un pre-calentamiento a lo que iba a hacer después. Fue mucho viaje, pero lo disfruté muchísimo.

 

 

– ¿Qué diferencias le ves a este último álbum en comparación con  los anteriores?

– Está más emparentado con mi primer disco, que tenía la idea de la electrónica, de la mezcla con lo urbano y el reggae, con un leve coqueteo con el hip-hop, creo que retomé esa senda, que siempre me gustó mucho. Me gusta porque aparece la canción que se deja escuchar suave y a la vez la podés bailar.

A diferencia de los otros álbumes, sobre todo del cuarto, que tenía una impronta más rockera, estaba todo tocado, batería tocada, bajo tocado y no tenía esta cosa de la electrónica. No estaba tan cercano al dancehall y al reggae, era un disco con un estilo que ahora me resulta más viejo, ahora me aburre un poco eso.

– Además de música y cantautora, sos actriz. ¿Qué rol ocupa la actuación en todo este mundo de la música?

– Pararme en el escenario pensándome más como actriz que como música, me sirvió mucho, porque como música siempre me agarra una timidez tremenda. Entonces tomar esos elementos que traía del teatro, me ayudó a plantarme desde qué lugar decir; pensar que la canción no es una canción, es un texto; pensar cómo comunicar ese texto, cómo mirar a la gente, cómo sentirlo, cómo mover el cuerpo. Es estar consciente de un todo, hay algo que se escucha pero también hay imagen, entonces en ese sentido de lo performático, siento que me agarro mucho de la actriz, sin necesariamente entablar un personaje diferente a lo que soy, pero sí me ayuda mucho. Después el teatro lo he retomado, quizá más desde la escritura en las canciones, seguí escribiendo teatro, he estado más cercana desde ese lugar.

– ¿Cómo surge la composición?

– Generalmente hay una cosa impulsiva. Con algunas me siento y hago un trabajo más de laboratorio, obligándome a ir por un lado o por otro, pero lo que más me gusta y lo que más me termina quedando, es lo que sale como impulso, como algo que escupo, una necesidad que ni siquiera la controlo, después sí, empiezo a pulir y a darle más forma. Este disco salió absolutamente así, recién llegaba a Argentina. Estoy hace dos años radicada en Buenos Aires, nunca había vivido acá, y todo lo que estaba sucediendo era tan fuerte.

– ¿Qué música estas consumiendo actualmente?

– Estoy escuchando de todo, empecé a escuchar algunas cosas que tienen estas mezclas que te estaba contando, lo urbano, lo electrónico y a la vez lo tocado, me gusta mucho una chica francesa que vivió en África, se llama Jain. También he estado escuchando música colombiana, una banda que se llama Sistema Solar. Después curioseo mucho lo que esta pasando en la escena local, todas las mujeres que están haciendo cosas, Paula Maffía, Marilina Bertoldi, Barbie Recanatti, las Tranqui Punki en Córdoba. Las Kumbia Queers, que las conozco hace mucho, Ca7riel, Paco Amoroso, bueno el fenómeno de Wos, me parece impresionante, Cazzu también me encanta, hay un montón de información que te llega por todos lados, las pibas y los pibes creo que están arrasando en la escena, sobre todo de lo urbano, el trap, el hip hop ¡Eso es wow, muy impactante! Escucho mucho de ahí y cosas mas raras, que vienen de otros lados, me gusta que me permeen, que me influencien.

– ¿Este último álbum está dividido en dos partes, ya lo pensaste así desde un principio?

– Sí, desde el vamos, me faltaban canciones y ya les había puesto el título a las dos partes, la primera parte se llama, Resisto, que es como un Ep de seis canciones y la segunda parte se llama Existo. Lo primero que se me apareció fueron las siglas, SRL, que significa Sociedad de responsabilidad limitada, y a mí se me ocurrió ponerle SLR Somos La Resistencia. No solo la acción de resistir, sino después re-inventarnos, tener una acción que continúe con esa resistencia.

– El 5 de diciembre es la presentación de Resisto en La Tangente ¿Cómo te estás preparando?

– Es muy loco porque hago mapas y listas, jaja, me pongo a ver qué cosas van a pasar, adónde entran las invitadas, vuelvo a escuchar el disco, lo doy vuelta y marco cosas. ¡Armé un grupo re lindo de trabajo! Hay mucha química con Camila, que es la baterista y Juanma que es el guitarrista, un trío re lindo.

Después quería tener presentes, de alguna manera, a todas esas mujeres que son fuertes y están marcando el camino, quería que estén ahí en el show, así que invité a varias que van a hacer sus intervenciones ¡Estoy entusiasmada porque va a abrir el show una banda de Canadá, es un mega lujo tenerlas ahí! Va a estar también una gran amiga que me hizo luces en México, y nos volvemos a encontrar acá. También Natalia Sotelo, que es una ingeniera de sonido increíble, así que de alguna manera están todas presentes. Se formó un grupo lindo, que muestra que hay mujeres en distintas partes de la escena, tanto detrás como delante del escenario. Es un buen trabajo en equipo, donde siento que nos visibilizamos todas.

Sol Pereyra tocará el jueves 05 de diciembre en La Tangente, Honduras 5317, CABA.