Cuando Yamile Burich se para en el escenario a liderar su banda, cuando ejecuta sus improvisaciones o cuando conmueve con sus composiciones originales, se tiene la certeza de estar frente a una de las figuras del jazz argentino joven. Como siempre, si se escarba en la historia se encuentra una serie de episodios que explican esa solidez. De su Tartagal natal a Londres pasando por Cuba, Yamile eligió instalarse en Buenos Aires para decir lo mucho que tiene que contar su saxo. El próximo sábado 3 de agosto se presenta en Thelonius y en esta entrevista nos habla del saxo, de Sumo, de género y de vanguardias.

-¿Qué vamos a ver en el show de Thelonius?

-La idea es tocar algunos algunos temas de nuestros discos, otros temas nuevos y algunos que son propios del vivo, por ejemplo, estandards como “Una mas”. Además va a estar Ayelen Zucker en voz, que también participó del disco: va a ser una mezcla de temas muy copada. Es un repertorio muy variado, mucho swing, bebop, temas latin, temas con un toque folclórico y temas originales.

 

-Hablemos de los discos anteriores y de lo que están preparando ahora. 

-Con este grupo ya grabamos tres discos: Ahora, el primero, y Random, el segundo, en 2016. Después fui mamá y seguimos tocando. Y el año pasado grabamos dos discos. Uno en vivo, Live at Thelonius Club, que es un poco lo que vamos a mostrar, y otro en estudio, Alegria, que está pronto a salir. Alegría es un disco con muchas raíces folclóricas, grabamos “Alfonsina y el mar”, temas míos con una marimba de chonta que nos prestó el recontra grosso de Pepi Taveira.

 

-Es inevitable que hablemos algo de género. Ustedes son una banda integrada sólo por mujeres; suele decirse que el rock fue siempre un ámbito muy machista y que a las mujeres les costaba el triple hacerse un lugar. ¿Sentis que algo similar pasa con el jazz?

-El hecho de que nuestra banda sea solo de mujeres un poco que se dio naturalmente, en realidad fue una coincidencia: somos amigas, estas músicas son megatalentosas y hubo una comunicación, una fluidez musical tan fácil, que las cosas de fueron dando así. Si bien es cierto que en el jazz hay mucho machismo como en el rock, nosotras siempre tuvimos el apoyo del publico: tocamos hace seis años sin parar. Empezamos a tocar en el 2014, cuando toda esta movida de las mujeres era más incipiente. Por supuesto que este contexto ayuda mucho porque se hacen mas visibles un montón de proyectos. Pero siempre tuvimos aceptación.

 

-¿Cómo componés? ¿Qué te inspira? ¿Vas recolectando ideas de manera libre o te sentás especialmente y te lo proponés como un trabajo?

-Compongo principalmente en el piano. A veces lo hago en el saxo pero casi siempre el piano. No es algo que me propongo, sino cuando me pinta, cuando tengo una melodía en la cabeza. Me encanta tocar standars de jazz, de ahí surgen todas las ideas: me encantan tocar cosas de Benny Golson, de Wayne Shorter, me encanta sacar ideas, desarrollar cosas a partir de esas canciones. Improvisar y  aprenderme standards antiguos. Creo que así uno va desarrollando el mundo de la composición, sumando las cosas que uno escuchó y escucha. Pero no lo hago como ejercicio, en realidad estoy todo el día tocando o dando clases, el contacto con la música es siempre grande. Pero hay mucho de azar: por ahí pasan semanas en que no me sale nada y semanas en las que hago cuatro o cinco temas.

La imagen puede contener: 1 persona, exterior

-¿Cómo ves la movida jazzera en Buenos Aires?

-La movida del jazz de Buenos Aires es buenísima, hay muchos músicos y muchos jóvenes músicos, hay para todos los gustos: mucha movida de swing, de jazz tradicional, jazz moderno y free jazz. Eso está bueno porque también hay diferentes perspectivas y hay un publico que esta creciendo con el tiempo. Soy de ir a escuchar jazz, cuando puedo y no toco, obviamente me gusta ir a ver a los amigos.

 

-¿En qué tendencia o estilo del jazz local te sentís incluida?

-Como estamos tocando una especie de swing con latin jazz, no sé que movida es, estamos haciendo música original de manera que podríamos decir que estamos en la tendencia del jazz argentino, que hay mucho y muy interesante, mucha gente haciendo cosas copadas.

-Tu currículum dice que empezaste a los cinco años con el piano y que en un momento flasheaste con Charlie Parker ¿Te acordás algo de eso? ¿Qué disco te voló la cabeza?

-Arranqué a los cinco años en Tartagal, que es un pueblo al norte de Salta. Estudié muchos años piano hasta que, en Salta capital en una escuela de música, arranqué a estudiar saxo, En mi adolescencia, sacaba solos de Sumo, porque no había mucho material en el que apareciera el saxo. Todo el saxo que escuchaba lo incorporaba. Hasta que alguien me regaló un casette que era de Charlie Parker tocando temas de Cole Porter. Y me enamoré. Era todo saxo. Era genial. Y flasheé, empecé a orejearlo, a sacar las melodías. Tenia quince años, calculo. Y dije: quiero aprender a tocar el saxo bien, quiero todo esto. Así arranqué con el jazz.

 Yamile Burich se presenta el pŕoximo 3 de agosto a las 21 hs. en Thelonious Club,  Nicaragua 5549, CABA